1. Aprovecha la luz naturalLa luz natural suave, como la que entra por una ventana, resalta los colores y las texturas de los alimentos. Evita los flash directos, que pueden crear sombras duras.
2. Cuida la presentación del platoUn plato bien decorado, con detalles atractivos y sin excesos, hace que la comida sea más apetecible. Mantén la limpieza en el emplatado.
3. Usa ángulos atractivosPrueba diferentes perspectivas: desde arriba para mostrar composición, a nivel del plato para destacar altura y texturas, o en ángulo para un enfoque dinámico.
4. Añade elementos de contextoIncluye utensilios, ingredientes frescos o una bebida junto al plato para contar una historia y hacerlo más acogedor.
5. Prioriza colores vivos y contrastesResalta los colores naturales de los alimentos. Los fondos neutros o con tonos contrastantes ayudarán a destacar el plato.
6. Usa un fondo y entorno adecuadosOpta por superficies y fondos que complementen el estilo del restaurante y no distraigan de la comida. Maderas, mármol o telas lisas funcionan bien.
7. Controla las porciones en las fotosMuestra una cantidad equilibrada de comida en el plato para que se vea apetecible pero no abrumadora.
8. Edición sutil y profesionalUsa herramientas de edición para ajustar brillo, contraste y colores, pero sin exagerar, para mantener una apariencia realista y natural.
9. Cuenta con un profesional si es necesarioUn fotógrafo gastronómico puede capturar tus platos con la calidad y técnica necesarias para impactar a tus clientes.
10. Muestra variedadIncluye fotos de diferentes tipos de platos (entrantes, principales, postres) para atraer a diversos gustos y preferencias.